Los miserables recauda 17580  a beneficio de los más necesitados.

El pasado viernes Los Miserables volvieron a la iglesia de los Santos Juanes de Cullera. Esta vez en forma de proyección de la película que se rodó durante la actuación.

El visionado contó con un gran éxito de público y la parroquia tuvo que volver a colgar el cartel de «no quedan entradas».

Un proyecto, como así se refieren a él los promotores de la obra, que surgió hace varios años de la idea de Julio Martí de hacer un musical en un lugar especial. Proyecto que tuvo la aprobación de Rafa Reig, anterior vicario episcopal de los Santos Juanes. Pero el cáncer acabó con su vida y el proyecto se pospuso. Más tarde se le volvió a presentar la idea al nuevo vicario, que dio luz verde a la representación.

Según Enrique Sapiña, uno de los organizadores: «todo aquel al que llamábamos para que se apuntara al proyecto decía que sí».

El montaje, ya de por sí complicado, contó con la ayuda de un total de 150 personas entre actores y técnicos. Además se toparon con un problema de eco que tuvieron que solucionar in extremis, ayudados por más de 10 kms. de cable.

La obra tuvo un coste total de casi 20000 euros pese a que los actores y el personal técnico no cobró. Sólo se pagaron, a coste bajo, elementos exteriores a ellos. Según los organizadores mereció la pena, al ver a las cerca de 2000 personas que se interesaron.

Tal como dijo Julio Martí: «cualquier sueño, por mucha crisis que haya, es posible».

Al finalizar la muestra, se hizo entrega por parte de los organizadores del cheque por valor de 17580,66 euros a la directora de Cáritas de Cullera, Encarna Grau, y a la regidora de servicios sociales, Francesca Ortiz. Cantidad recaudada por la venta de entradas de la obra de teatro.

Los organizadores esperan recaudar 800 euros más con la proyección.