Para quien no lo sepa, vivo en un pueblo de la costa valenciana, lugar en el cual durante el mes de marzo se celebran las Fallas.
Las Fallas son esa festividad cuyo origen no está del todo claro para todos. Por lo visto es una tradición que se inició debido a que el gremio de carpinteros quemaba, durante la víspera de su patrón, San José, las virutas y demás enseres viejos con el fin de hacer la limpieza de primavera. Otras personas atribuyen el origen de esta fiesta a épocas anteriores cuando podría haber sido una costumbre pagana de culto al fuego. Lo que sí que está claro es que, actualmente, es mundialmente conocida por las esculturas en tono de burla y su posterior quema, y claro está, por el culto a la pólvora que se tiene en Valencia durante estos días.
Si bien clasificar y meter a la gente en grupos no es recomendable, podría decirse que durante estas fechas se puede dividir a los lugareños entre los que adoran la fiesta y lo celebran por todo lo alto tirando petardos, vistiéndose para la ocasión o reuniéndose entre ellos en los locales del barrio; y los que visto una vez, suficiente. Estos últimos huyen en cuanto les es posible.
Pero este año es diferente. He conseguido convencer a Guillem de que venga a disfrutar de las fiestas. Hacerlo ha sido fácil ya que descubrí una oferta de Alsa, la empresa que hace el trayecto Barcelona – Valencia, por la cual uno de los viajes sólo costaba 5 €. En total los billetes le han costado 18 €. Y así, ¿cómo iba a perdérselo?
Yo estoy encantado con la idea ya que desde que volví de ese lejano país del norte vivo ciertas cosas de manera diferente. Sea pues, ¡a disfrutar de Valencia con su olor a pólvora y su buen clima!
Pd.: Como no tengo ninguna foto de las fiestas de los años anteriores he decidido poner una de unos fuegos artificiales en Bergen. Creo que de las que tengo es la que tiene un significado que más se acerca. Podéis estar tranquilos, que habrá fotos dentro de poco.