Tras un tiempo sin escribir por diversos motivos quiero contar mi último viaje. Hace poco, me escapé dos días a Barcelona. En el calendario llevaba tiempo apuntada la presentación de los libros de Aniko Villalba, Juan Pablo Villarino y Laura Lazzarino autores de Viajando por ahí, acróbata del camino y los viajes de nena respectivamente. Con esa innecesaria excusa para visitar de nuevo la ciudad, y dado que encontré billetes baratos los cuales me costaron tan solo 12 euros ida y vuelta con la compañía de autobuses ALSA, armé la mochila y me fui a la ciudad.
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Barcelona, no me canso de ti, parte I: momentos previos, viaje y llegada
Día 28, era el día señalado: mi viaje a Barcelona comenzaba en unas horas. Aunque eso no era del todo cierto, ya que para mí había empezado hace ya unos días. El entusiasmo previo se hacía cada vez más evidente. El día anterior dejé las cosas preparadas. Uno de mis objetivos de este viaje consistía en poder hacerlo sin demasiada cosa. En ocasiones anteriores había llegado a la conclusión de que no hace falta llevar tanto ya que a más cosas, más peso, y por tanto, más incómodo resulta moverse. Con eso en mente, me dispuse a hacer la mochila dejando a un lado los «por si acaso». Ahora sé que lo puedo hacer todavía mejor, he visto que allí no he necesitado todo lo que llevaba al mismo tiempo que me hubiera venido bien añadir alguna otra a la espalda.
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Y después de Barcelona, Fallas
Para quien no lo sepa, vivo en un pueblo de la costa valenciana, lugar en el cual durante el mes de marzo se celebran las Fallas.
Las Fallas son esa festividad cuyo origen no está del todo claro para todos. Por lo visto es una tradición que se inició debido a que el gremio de carpinteros quemaba, durante la víspera de su patrón, San José, las virutas y demás enseres viejos con el fin de hacer la limpieza de primavera. Otras personas atribuyen el origen de esta fiesta a épocas anteriores cuando podría haber sido una costumbre pagana de culto al fuego. Lo que sí que está claro es que, actualmente, es mundialmente conocida por las esculturas en tono de burla y su posterior quema, y claro está, por el culto a la pólvora que se tiene en Valencia durante estos días.
Si bien clasificar y meter a la gente en grupos no es recomendable, podría decirse que durante estas fechas se puede dividir a los lugareños entre los que adoran la fiesta y lo celebran por todo lo alto tirando petardos, vistiéndose para la ocasión o reuniéndose entre ellos en los locales del barrio; y los que visto una vez, suficiente. Estos últimos huyen en cuanto les es posible.
Pero este año es diferente. He conseguido convencer a Guillem de que venga a disfrutar de las fiestas. Hacerlo ha sido fácil ya que descubrí una oferta de Alsa, la empresa que hace el trayecto Barcelona – Valencia, por la cual uno de los viajes sólo costaba 5 €. En total los billetes le han costado 18 €. Y así, ¿cómo iba a perdérselo?
Yo estoy encantado con la idea ya que desde que volví de ese lejano país del norte vivo ciertas cosas de manera diferente. Sea pues, ¡a disfrutar de Valencia con su olor a pólvora y su buen clima!
Pd.: Como no tengo ninguna foto de las fiestas de los años anteriores he decidido poner una de unos fuegos artificiales en Bergen. Creo que de las que tengo es la que tiene un significado que más se acerca. Podéis estar tranquilos, que habrá fotos dentro de poco.
Luna de Valencia

Recuerdo viajar de pequeño con mis padres en coche. Viajes por carreteras que nos llevarían hasta Cullera. Era habitual que, entre canciones y muchas horas de sueño, salieran las palabras “Luna de Valencia” en las conversaciones. Igual es verdad que la luna en la zona mediterránea tiene un brillo singular.
Próximo destino: Barcelona

Por lo visto, debo de estar enamorado de Barcelona. No hay otra de explicar como hasta hace medio año tan solo había visitado la ciudad una vez, siendo yo muy pequeño. Pero, en estos últimos meses, hayan sido ya dos veces las que he estado en Barcelona.
Y, voy a volver, ya que es el destino más cercano en el futuro. Volverá a ser una quedada entre alguno de los amigos que nos conocimos en Bergen, tal y como hicimos en Halloween.