
Por lo visto, debo de estar enamorado de Barcelona. No hay otra de explicar como hasta hace medio año tan solo había visitado la ciudad una vez, siendo yo muy pequeño. Pero, en estos últimos meses, hayan sido ya dos veces las que he estado en Barcelona.
Y, voy a volver, ya que es el destino más cercano en el futuro. Volverá a ser una quedada entre alguno de los amigos que nos conocimos en Bergen, tal y como hicimos en Halloween.